Cuando volamos, y miramos el suelo desde arriba, ya no vemos montañas, cultivos, o agua. Percivismos la rusticidad, la suavidad. Entendemos las sensaciones del paisaje sin darle un nombre. Cuando percibimos el mundo a través de texturas y materialidades, lo que vemos es una sensación. Este lavamanos de madera laminada con sinuosas ondulaciones orgánicas, nos hace recordar y percibir sensaciones temporales de aquella experiencia.